jueves, 23 de octubre de 2008

¿Cuál fue la intención de la carta que Beto Ortiz le escribió a Magaly?


Magaly Medina nunca pudo recibir la carta de Beto Ortiz pero, ¿habría querido leerla? (Foto: EFE)

Beto Ortiz no pudo entregarle una carta a Magaly Medina, en el penal de Santa Mónica, pero logró hacerla pública al difundirla en los medios nacionales. ¿Habrá querido hacer eso desde el principio y utilizar el 'título' de carta como solo una estrategia publicitaria?

Sea usted el crítico:

ESTIMADA ENEMIGA

Carta abierta para una estrella que tocó tierra

Magaly :

Tu desgracia nos dio el rating más alto de toda nuestra historia: quince puntos. Para ti, que estás tan acostumbrada a las grandes cifras seguramente sonará a poquita cosa pero para nosotros constituye una modesta victoria. ¿Quince puntos a la medianoche? Olvídate. Motivo suficiente para salir a chupar hasta morir a algún lugar muy público, libres ya de ese miedo pueblerino a que algún agazapado camarógrafo tuyo nos ampaye para que luego tú nos condenes sin piedad al paredón. Libres de delirios de persecución. Libres de lunas polarizadas, libres de sobresaltos, libres de paranoiasÂ…pero mejor dejemos de estar hablando tanto de la libertad.

Tu desgracia (fíjate qué ironía) fue lo mejor que le pudo haber pasado a nuestro programa. ¿Te has puesto a pensar en qué salvajes son las extrañas reglas que gobiernan nuestra existencia televisiva? Tu vergüenza, tu humillación pública, tu calvario fueron para nosotros un vigoroso reconstituyente, un cóctel vitamínico, una auténtica inyección de vitalidad: catapultaron las cifras de nuestra sintonía hasta picos de 30 puntos en el sector AB que, como bien sabes, es el público que más le interesa a los anunciantes porque es el que compra más, porque es el que más tiene. No serías el personaje más poderoso de la tele sin él.

(...)

No te creas el cuento de que (como tan legendariamente declaraste a la radio al salir del juzgado) estás «pagando el alto precio de decir la verdad en el Perú». Juaaaat? Estás pagando el alto precio de no decirla y lo sabes. Saltaste muy alto, tigresa. Calculaste mal. Te alucinaste más bacán de lo que eras y cagaste. Nada más. Y ahora estás pagando la misma factura que a mí me tomó cuatro largos años pagar: la factura de la crueldad que (créeme) es la factura más cara de todas. Cancélala, Magaly. Depón tu soberbia. Apágate un poquito. Ya no te envalentones. No te achores, no guerrees: ya perdiste. Aquiétate. Serénate. Cómete tu cana, mamá. Calladita. Suavecita. Caballera. Toca fondo sin roche. Sin temor al qué dirán. Nada demasiado malo te ha de pasar. Y si una noche, durmiendo en el piso de tu celda, sueñas con Dios pídele que bendiga tu soledad. Antes de lo que nadie se imagina, saldrás libre y tu hijo y tu vieja estarán esperándote con flores en la puerta. Entonces entenderás que fuera de eso, no tienes nada. Y volverás cambiada, renacida, mejorada y seguro que (habiendo vivido todo lo que aún te falta por vivir) escribirás tu best seller y tendrás más éxito que nunca. Pero esta vez te lo pensarás dos veces antes de volver a esparcir más mentira, más odio y más dolor en este pobre país que ya tiene demasiado.

Ya no llores, Magaly. Resiste.

Beto Ortiz

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