
La pésima forma física y su aburrido show han decepcionado una vez más a los seguidores de Britney Spears. Esta vez los alemanes tuvieron que aguantar un concierto con playback deslucido y de mala calidad.
Las fotografías que han dado la vuelta al mundo muestran la realidad de una estrella que no sabe mantenerse y que vive siempre al límite, el excedido peso de la otrora reina de las fantasías sexuales de todo Estados Unidos muestran que se encuentra atravesando nuevamente una crisis emocional y de autoestima.
El show que la cantante brindó en Berlín el fin de semana desilusionó a los 15,000 espectadores que asistieron a verla vestida con diminutos shorts y un top que mostraron sus regordetas curvas. Los alemanes fueron implacables al pifiarla.
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