Amy Winehouse es fanática del gimnasio

El padre de Amy Winehouse, Mitch, sostiene que "por el momento todo está bajo control. Una de las adicciones positivas de Amy es que tiene su propio gimnasio. Allí la pasa de tres a cuatro horas al día. Está en forma, realmente en forma. Esta es una adicción positiva".

Amy Winehouse, que ha permanecido varios meses del año en Santa Lucia para escapar a sus demonios y "trabajar en su nuevo material" discográfico, ha dejado la cerveza. Mitch reconoce que la recuperación de su hija - aunque no fuera muy evidente la semana pasada cuando enseñó sus pechos de 39.000 euros en público- se debe a su propia determinación: "Es ella la que ha recorrido todo el camino y nosotros la animamos de cualquier forma que podamos, aunque ya sabes que no se le da suficiente reconocimiento"

El antiguo conductor de taxi y portavoz de la ganadora del Grammy también ha declarado que los últimos retoques en el pecho de Amy Winehouse se deben a que estaban demasiado hundidos. "No creo que los retoques fueran una confidencia- comenta- cuando perdió todo su peso, ese peso nunca vuelve a los pechos así que estaban hundidos." De todos modos, según Mitch, los pechos de Amy Winehouse y ella misma "ahora están geniales".