Ya parece más una broma. Mientras que por un lado los paparazzi han divisado en más de una ocasión a la cantante sin maquillaje, en un día cualquiera, Britney Spears se sigue esforzando por lucir una imagen muy distinta y adulterada.
En las primeras, la ex princesa del pop luce celulitis, subida de peso y con una actitud bastante agresiva; en las otras, rebalsa de glamour y sensualidad.
Tanta diferencia no podía ser gratuita. Tal como se descubrió hace algunos meses cuando Spears protagonizó una sesión de fotos para la marca de lencería Candie’s, esta vez la artista de 28 años se ha valido nuevamente del Photoshop para aparentar tener una figura más curvilínea, en la portada de la edición de agosto de Cosmopolitan.
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