Las excentricidades y los caprichos de Madonna también llegan al nivel más íntimo. Su ex esposo, el director de cine Guy Ritchie, describió a la cantante como una “loca desencadenada, obsesiva y narcisista”.
Según confesó el cineasta, la reina del pop “me obligaba a tener sexo con sus canciones como fondo. Amaba en especial hacerlo sobre Sound, un sillón dotado con un sistema de audio integrado para escuchar música y adaptable a reproductores mp3, que tenía dos bocinas en la cabecera”.
Ritchie no se guardó nada. “Yo prefería el sexo sobre la cama pero ella lo quería complicado, y así me obligaba a hacerlo con su música de fondo. Conozco de memoria Secrets, Vogue, Holiday y todas sus otras 500 canciones porque era obligado a escucharlas aún en los momentos más íntimos”, contó el director a La Repubblica, en su paso por Italia para promocionar su nueva película Sherlock Holmes.
Ritchie tuvo también calificativos positivos para su ex esposa, aunque no dejó de criticarla. “Es una mujer genial pero obsesiva y narcisista. Quiere ser siempre el centro del mundo”, sentenció.
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